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“Sé que esto pasaría, pero estoy destruido”, dijo Bagnato tras el fallecimiento de su abuela

Norma Calzaretta fue quien lo crió tras el crimen de sus padres y sus hermanos.

Matías Bagnato, el único sobreviviente de la llamada “Masacre de Flores”, ocurrida en 1994, aseguró que está “destruido” por el fallecimiento de su abuela, de 91 años, ya que era “su vida entera”.

“Sé que esto pasaría, pero estoy destruido”, expresó Bagnato a Télam luego de que el lunes falleciera Norma Calzaretta (91), quien lo crió tras el crimen de sus padres y sus hermanos.

La mujer murió cuatro días después de sufrir una descompensación en el geriátrico en el que residía y su fallecimiento fue informado por el activista por los derechos de las victimas de delitos violentos en su cuenta de Twitter.

“Gracias por ser mi sostén y enseñarme a ser fuerte, a luchar, ¡ya te extraño tanto!”. ¡Descansá mi amor! Sé que estás feliz de estar con mami, papi, Fer y Ale, esperame con ellos”, escribió Bagnato.

El jueves de la semana pasada, tras el episodio de salud de su abuela, Bagnato comentó en esa red social que debido al contexto de encierro por la pandemia de coronavirus sufría la situación de no poder estar con ella.

“Me destruyó pensar que no podía despedirme de ella, como me pasó con mis viejos y hermanitos”, expresó.

Gracias x ser mi sostén x enseñarme a ser fuerte a luchar … no puedo ni escribir .. ya te extraño tanto!!! Descansa mi amor!! se q estas feliz de estar con Mami Papi Fer y Ale …esperame con ellos!

Me da tanta bronca q pasó ahora sin poder despedirte con queria

TE AMO ABU!❤ pic.twitter.com/dRzZDCXjr3

— Matias Bagnato (@MatiBagnato) June 1, 2020

Norma fue el único vínculo familiar que le quedó a Matías Bagnato, quien a los 17 años sobrevivió a la “Masacre de Flores”, ocurrida el 17 de febrero de 1994 y en la que murieron su padre, José Bagnato (42); su madre Alicia Plaza (40); sus hermanos Fernando (14) y Alejandro (9) y Nicolás Borda (11), un amigo del menor de ellos que esa noche se habí­­a quedado a dormir.

Según contó Bagnato este año, al cumplirse 26 años del hecho, su abuela fue quien lo hizo “reaccionar y seguir adelante” luego del crimen múltiple.

“Lo primero que recuerdo es el apretón que me da y que me dijo: ‘Voy a devolverte todo lo que la vida me permita, pero yo ayudo a un nieto fuerte y no a un nieto tirado en la cama llorando'”, recordó en diálogo con Télam.

El imputado por la causa, Fructuoso Álvarez González, fue condenado a prisión perpetua en 1995 por el incendio, y aunque en 2004 consiguió ser extraditado a España, fue liberado y recapturado en Argentina en 2011, luego de amenazar de muerte a Bagnato y a su abuela.

Al día de hoy, Álvarez González permanece detenido mientras espera que el Juzgado de Ejecución Penal 1 defina si puede salir o no de prisión bajo libertad condicional hasta cumplir la totalidad de la pena, en agosto de 2021.

En tanto, Matías hoy forma parte del Observatorio de Víctimas de Delitos junto a familiares de otras víctimas de casos de violencia, entre ellos de Ángeles Rawson, de la tragedia de Once y de Cromañón.

Gracias al impulso del observatorio, fue sancionada la Ley 27.372 de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos, mediante la cual se creó el Centro Nacional de Asistencia a las Víctimas de Delitos para asistir y asesorar tanto a familiares como a víctimas de hechos de violencia.

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